sábado, 16 de junio de 2018

Primeros grupos del nuevo ciclo solar


        Ha pasado ya año y medio desde la última entrada que hice en este blog hablando sobre la baja actividad solar y su asimetría durante los últimos años. En este tiempo dicha actividad ha seguido disminuyendo de manera continuada y en lo que llevamos de año prácticamente la mitad de los días no ha habido manchas en el Sol. Este porcentaje es el doble que el observado el año pasado, síntoma inequívoco de que nos acercamos al final del ciclo. En la siguiente gráfica (Fig. 1) se muestra la actividad solar, como en entradas anteriores, pero actualizada con los últimos datos disponibles. 

 
Fig. 1: Actividad solar durante los ciclos 23 y 24. Promedios mensuales (en bruto) y valores suavizados, total y por hemisferios. Datos originales tomados del archivo oficial del SILSO (http://sidc.be/silso/home).


En momentos de baja actividad cerca del mínimo, como sucede en la actualidad, aparecen también los primeros grupos del nuevo ciclo, que conviven con los del ciclo que está terminando. Esto no significa, como a veces se cree, que ya haya empezado el nuevo ciclo, dado que la transición entre dos ciclos consecutivos no sucede de una manera clara de un día para otro, sino que durante un cierto tiempo ambos ciclos se solapan. De manera oficial el nuevo ciclo comienza en el momento en que el número de Wolf suavizado llega a su mínimo, hecho que, como digo, todavía no ha sucedido.

La pregunta ahora es: ¿han aparecido ya grupos de manchas del nuevo ciclo? Y en tal caso, ¿cómo se distinguirían los grupos nuevos de los viejos? Para poder responder a la primera pregunta, tendremos que poder contestar a la segunda, y ello será posible si sabemos cómo se comportan las manchas a lo largo de un ciclo solar. 

 

COMPORTAMIENTO DE LAS MANCHAS SOLARES DURANTE EL CICLO


A principios del siglo XX Hale descubrió, a partir del efecto Zeeman observado, el intenso campo magnético asociado a las manchas solares (mucho mayor que el terrestre). La evolución temporal de este campo magnético es cíclica y es la responsable de lo que observamos y conocemos como ciclo de actividad solar, que los modelos de dinamo tratan de explicar y, de momento, sin mucho éxito, predecir. 

En lo que ahora conocemos como sus leyes, las leyes de Hale, de una manera observacional se descubrió que durante el ciclo undecenal todos las regiones activas en un hemisferio tienen la misma configuración (polaridad) magnética, que a su vez es contraria a la del otro hemisferio. Además, esta configuración magnética se invierte al cambiar de ciclo, por lo que realmente el ciclo magnético solar sería, no de 11, sino de 22 años.

Otro observable muy interesante es la posición que ocupan las manchas sobre el disco solar, que a lo largo del ciclo se desplazan hacia el ecuador. Así, al principio del ciclo los primeros grupos emergen a altas latitudes (con valores medios en torno a los 30-35º) mientras que según avanza el mismo las manchas se van acercando progresivamente al ecuador, y al final del ciclo estos valores disminuyen hasta alcanzar latitudes de tan solo 5-10º. Este fenómeno, descubierto por Carrington a mediados del siglo XIX, se conoce como ley de Spörer, en reconocimiento al astrónomo alemán que profundizó en su estudio.

            Al representar la latitud de las manchas a lo largo del tiempo obtenemos el famoso diagrama de mariposa (también conocido como diagrama de Maunder), por el típico patrón que se forma en cada ciclo al juntar los grupos de manchas de los dos hemisferios, que nos recuerda a las alas de una mariposa. Este diagrama es ideal para visualizar de una manera muy clara la ley de Spörer (Fig. 2).


 Fig.2: Actividad solar durante los últimos 250 años. Se muestra el diagrama de mariposa (gráfico superior) y su correlación con los ciclos solares, representados en términos del área ocupada por las manchas (gráfico inferior).



APARICIÓN DE LOS PRIMEROS GRUPOS DEL NUEVO CICLO


           Una vez que conocemos las leyes de Hale y de Spörer podemos contestar a la segunda de las preguntas que habíamos planteado: los grupos del nuevo ciclo se distinguen de los del viejo porque aparecen a latitudes altas y con la polaridad invertida. Aunque esta es la ley general, como veremos, puede haber alguna excepción que nos lleve a cierta confusión a la hora de identificar los grupos del nuevo ciclo. Respondida entonces la segunda pregunta, revisando las observaciones y teniendo en cuenta lo que acabamos de decir , daremos la respuesta a la primera.

En lo que llevamos de 2018 han aparecido ya dos grupos del nuevo ciclo, el número 25 (Fig. 3). Ambos grupos han sido muy sencillos, de tipo A, con una vida muy efímera. El primero, RA2694, apareció el 8 de enero mientras que el segundo, sin numeración NOAA, lo hizo el 9 de abril. Ambos grupos aparecieron a latitudes ligeramente por encima de los 30º en el hemisferio sur, que al haber llegado primero al mínimo debería ser quien dominara al comienzo del nuevo ciclo. El grupito de enero no presentó polaridad invertida por lo que se dudó de que perteneciera ya al ciclo 25, cosa que no sucedió con el grupo de abril, claro representante del nuevo ciclo. Sin embargo, en torno al 3-4% de los grupos de un mismo ciclo presentan una polaridad invertida, lo que a veces nos puede llevar a cierta confusión, como en el caso del grupo RA2620. Este grupo apareció en diciembre de 2016 con una latitud por encima de los 20º S y con la polaridad invertida. Aunque podría haber sido considerado el primer grupo del ciclo 25, al colocarlo en el diagrama de mariposa con el resto de grupos parece que sigue siendo un grupo del ciclo antiguo (Fig. 3).


Fig. 3: Diagrama de mariposa centrado en el ciclo 24. El cuadrado azul representa el grupo RA2620 (ver texto) mientras que los círculos rojos destacan los primeros grupos del nuevo ciclo 25. Los datos se corresponden con las observaciones realizadas por los miembros de la red de observación solar Parhelio (http://www.parhelio.com/).


Para finalizar, hay que insistir en que a día de hoy todavía seguimos en el ciclo 24 ya que la actividad suavizada aún no ha alcanzado su mínimo. En el ciclo 23, el primer grupo  del nuevo ciclo apareció en enero de 2008 mientras que el comienzo del ciclo 24 tuvo lugar entre diciembre de 2008 y enero de 2009, prácticamente un año después. Es de esperar, por tanto, que todavía pasen unos meses en los que cada vez aparezcan más grupos del nuevo ciclo y menos del viejo, hasta que finalmente comience de manera oficial el nuevo ciclo 25. Ahora bien, adelantar cuándo sucederá eso es tema ya de otra entrada, ¿principio-mediados de 2019? Hagan sus apuestas.