martes, 1 de octubre de 2024

Otro cometa a la vista

     A principios del año pasado la colaboración ATLAS y el Observatorio de la Montaña Púrpura (China) descubrieron de manera independiente un pequeño cuerpo que se encontraba a más de mil millones de kilómetros de la Tierra, entre las órbitas de Júpiter y Saturno, con un brillo por debajo de la 18ª magnitud. Enseguida se vio que se trataba de un cometa que se estaba acercando al Sol desde la parte más externa (Nube de Oort) del Sistema Solar. Fue designado oficialmente como C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS).
 
 

Así se vio el cometa el día 29 media hora antes de la salida del Sol desde el monte Etna, a 2000 m de altitud (Javier Alonso).

 

     Desde entonces, las numerosas observaciones llevadas a cabo, nos han permitido determinar su órbita y conocer sus características. Se trata de un cometa nuevo, con un periodo de millones de años, que está atravesando por primera vez la parte interna del Sistema Solar. Esto conlleva que gran parte de su material volátil se conserve prácticamente intacto, listo para ser sublimado en su aproximación al Sol. Además, tiene un tamaño relativamente importante, con un núcleo que se estima pueda estar entre los 5 y los 16 km. Teniendo en cuenta su tamaño y que este tipo de cometas suele presentar una actividad bastante explosiva, el C/2023 A3 desató una gran expectativa: ¡Podría llegar a ser visible a simple vista! Recuerda mucho a otros cometas espectaculares como fueron el Lovejoy o el Mc Naught.


Visión del cometa desde las afueras de Burgos, cuando se encontraba apenas 4º sobre el horizonte. Foto tomada por nuestro compañero Leonardo Cuesta el amanecer del día 30.

 

     Hasta ahora el cometa no ha defraudado y ha tenido varios episodios de actividad durante su aproximación al Sol. Se esperaba que en el perihelio pudiera alcanzar la 3ª magnitud e incluso llegar ser algo más brillante, en torno a la 2,5 mag. Para este tipo de cometas, el paso por el perihelio es crítico, y muchos no lo superan, fragmentándose en varias partes. Sin embargo, el C/2023 A3 ha resistido y las últimas observaciones visuales lo sitúan en una magnitud entre 1,5-2, al nivel de las mejores predicciones. El cometa pasó por el perihelio el pasado día 27, a una distancia de 0,39 UA, similar a la de la órbita de Mercurio. En la actualidad, se encuentra acercándose a la Tierra, cuyo perigeo ocurrirá el día 12, a una distancia de 0.56 UA (unos 80 millones de km). ¡Ese debería ser el mejor momento para observarlo!

 

 Evolución de la luminosidad del cometa a lo largo del tiempo. En rojo está la curva de luz actualizada con las observaciones realizadas a simple vista (puntos azules) y con CCD (puntos negros). La línea verde pronostica el máximo brillo del cometa debido a la "dispersión hacia adelante" de su luz.


     Por si esto no fuera suficiente, en torno al perigeo, por un breve espacio de tiempo, se espera que el Sol, justo por detrás del cometa, ilumine los pequeños cristales de hielo y los granos de polvo dispersando su luz e incrementando de manera considerable su brillo. Este efecto conocido como "forward scattering" (o dispersión hacia adelante) podría hacer que el C/2023 A3 llegara a ser tan brillante como Venus o Júpiter (hay quien dice que podría llegar a magnitud -3 o incluso -6), haciéndolo algo realmente espectacular ...


VISIBILIDAD

     Hasta ahora se ha tratado de un objeto vespertino, que se ha podido observar sólo momentos antes de la salida del Sol, en pleno crepúsculo. Esto ha dificultado mucho su observación, ya que aunque el cometa ha seguido las previsiones y ha alcanzo un brillo bastante decente (similar a las estrellas del cinturón de Orión), también el brillo del cielo ha sido muy elevado, disminuyendo su contraste. Personalmente, no he sido todavía capar de verlo a simple vista, aunque sí fácilmente con prismáticos. Ha sido más esquivo de lo que pueda parecer. En los próximos días, a medida que el cometa dé la vuelta al Sol, lo veremos cada vez más cerca de este, hasta el momento en que desaparecerá.



Imagen tomada el día 26 por Yuri Beletsky desde el Observatorio de Las Campanas en pleno desierto de Atacama (Chile)

 

     En torno al perigeo será de nuevo visible, pero esta vez al atardecer, lo que hará algo más cómoda su observación. Como decíamos antes, el día 12 será el mejor momento para verlo, todavía cerca del horizonte a unos 10º de altura, algo más de una hora después de la puesta de Sol. Para disfrutar al máximo de su observación, dada su escasa elevación, deberemos buscar un sitio con el horizonte oeste completamente despejado, y mejor si es a una cierta altura. Los días sucesivos, poco a poco, el cometa irá ganando altura a medida que se aleja, pero al mismo tiempo se irá debilitando. En cualquier caso, durante la segunda quincena de octubre debería ser  todavía fácilmente visible. A simple vista o con unos pequeños prismáticos podremos disfrutar plenamente del espectáculo, como siempre, mejor desde sitios más o menos oscuros. Pequeñas cámaras de fotos, incluso teléfonos móviles, nos permitirán llevarnos un buen recuerdo del Tsuchinshan-ATLAS.

     Aún siendo visibles desde ambos hemisferios, los cometas no siempre se ven igual desde todos los lugares. En este caso, la observación del C/2023 A3 hasta el momento ha sido más favorable desde el hemisferio sur. A continuación mostramos un par de fotos hechas desde Chile y Australia. Esperemos ver algo parecido desde nuestras latitudes en octubre ...


 

Amanecer desde el lago Boga (Victoria, Australia) con el cometa como protagonista (Michael Mattiazzo, 27/09/24).