martes, 24 de marzo de 2020

La astronomía en los tiempos de la pandemia: Betelgeuse (I)

       Aprovecho el tiempo que me dan estos días de aislamiento para retomar, desde mi búnker de Catania, un tema que tenía pendiente: el ¿extraño? comportamiento de Betelgeuse. 

      Aunque como observador habitual de estrellas variables ya conocía la variabilidad de esta estrella, fue durante nuestra cena-asamblea celebrada el pasado diciembre cuando me enteré, por los comentarios de nuestro socio “Danielín”, que Betelgeuse estaba sufriendo una caída de brillo importante. Días después la noticia llegó también a los medios de comunicación generalistas, en los cuales se pudieron leer titulares un tanto sensacionalistas augurando el "inminente" final de esta estrella en medio de una gran explosión cósmica. ¿Qué hay de cierto en todo ello? Ponerlo en su contexto nos ayudará a entenderlo mejor …


Imagen de Brian Ottum (tomada desde Nuevo México, EEUU) donde ya se puede apreciar el debilitamiento de Betelgeuse a primeros de año. Aunque a primera vista parece que son iguales en seguida se puede observar que no lo son. La estrella se seguiría debilitando en las semanas posteriores todavía media magnitud más.
 

¿QUIÉN ES BETELGEUSE?

 

       Antes de nada conviene aclarar, para aquellos lectores no muy familiarizados con el cielo, de qué estamos hablando. Betelgeuse, con su característico color rojizo, es una de las estrellas más conocidas del firmamento. Es fácilmente reconocible a simple vista, incluso desde la ciudad, al ser una de las estrellas más brillantes del cielo. Forma parte de la constelación de Orión, ocupando lo que sería el hombro izquierdo, según lo vemos, del mítico cazador. A pesar de su designación, α Ori, Betelgeuse no es la estrella más brillante de la constelación, privilegio que le corresponde a Rígel.



Localización de Betelgeuse en Orión. Izda: fotografía del cielo invernal delante de una de las cúpulas del Observatorio de Catania tomada a finales del pasado noviembre. Dcha: Representación de la constelación del cazador por Hevelius(Uranographia, 1690).



      Betelgeuse es una supergigante roja. Desde un punto de vista meramente morfológico lo primero que deducimos es que se trata de una estrella muy grande, supergigante, y así es, en efecto. Es muchísimo más grande que el Sol o incluso que otras estrellas similares como Aldebarán, Arturo o Antares. Es de las pocas estrellas en las que, por su proximidad y tamaño, su radio se ha podido medir directamente, tanto con imágenes del telescopio espacial Hubble como por técnicas interferométricas desde la Tierra. Es del orden de 1000 veces mayor que el del Sol y, para que nos hagamos una idea, de encontrarse en su posición, Betelgeuse llegaría más allá de la órbita de Marte

       Por otro lado, el color de las estrellas está relacionado con su temperatura: las estrellas azules son las más calientes y las rojas, las más frías, al revés que el convenio usado para distinguir el agua que sale de nuestros grifos. Su tipo espectral, relacionado también con el color, es de tipo M temprano, lo que se corresponde con una temperatura “superficial” en torno a los 3500 K (bastante menor que la del Sol, 5800 K).
 

LAS VARIACIONES DE BRILLO DE BETELGEUSE


       La luminosidad de una estrella depende principalmente de su tamaño y de su temperatura. Las supergigantes, gracias a su gran tamaño, tienen una luminosidad muy elevada. En el caso de Betelgeuse, su valor medio, ronda 100000 veces el valor del Sol. Sin embargo, la mayor parte de su luz se emite en el infrarrojo, y en el rango visible tan solo vemos aproximadamente una décima parte del total.

       Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que Betelgeuse, debido a su estado evolutivo (del que ya hablaremos), no tiene siempre el mismo brillo. Esta variabilidad fue mencionada por primera vez en 1836 por Herschel. De acuerdo con los datos de la AAVSO, organización americana que se encarga de la coordinación mundial de las observaciones de estrellas variables, Betelgeuse es una variable semirregular (concretamente de tipo SRc) cuyo rango de variabilidad se sitúa entre las magnitudes 0,0 y 1,6, aunque su brillo habitual suele oscilar en el rango 0,3-1,0. Estas variaciones se repiten con un periodo de 426 días, modulado por otro más largo de 2100 (casi 6 años). 

       Volviendo a lo que comentaba al principio de esta entrada, a finales del año pasado me enteré que Betelgeuse estaba sufriendo uno de sus mínimos, que parecía ser más profundo de lo habitual. Me picó la curiosidad y me puse a observarla. Ahora, unos meses después, ya podemos confirmar que así ha sido. De hecho, desde los primeros datos suyos que tenemos en AAVSO (1917), nunca hasta ahora Betelgeuse se había podido observar tan débil. El actual mínimo comenzó a mediados de octubre cuando la estrella, que por aquel entonces tenía una magnitud visual en torno a 0,6, empezó a debilitarse perdiendo poco más de una magnitud hasta situarse con un brillo próximo a 1,7 a principos de febrero. Desde entonces se ha estado recuperando hasta la actualidad, donde ya se encuentra de nuevo en torno a una magnitud cercana a 1,0. En la siguiente figura se muestra el comportamiento de Betelgeuse durante los últimos casi 8 años y, en detalle, el de los últimos meses:



Curva de luz de Betelgeuse confeccionada a partir de los datos recopilados por la AAVSO (en negro para observaciones visuales y en rojo para las observaciones hechas en el filtro V). Arriba: comportamiento desde julio de 2012 hasta hoy, donde destaca la actual caída de brillo. Abajo: detalle de este último ciclo desde finales de agosto. En naranja se muestran mis observaciones desde enero.


       Una vez que ya estamos familiarizados con Betelgeuse y sus cambios de brillo, toca ahora explicarlo: ¿Por qué la estrella cambia de brillo? ¿Qué tiene que ver esto con su final? ¿Cómo será éste? Para no alargarnos más ahora, todo esto lo veremos con más calma en la próxima entrada.




jueves, 10 de octubre de 2019

La Astronomía premiada con el Nobel

Anteayer conocíamos el fallo del jurado de la Academia de Ciencias Sueca que este año ha concedido el Nobel de Física a tres astrónomos por sus contribuciones a nuestro entendimiento de la evolución del Universo y el lugar de la Tierra en el Cosmos


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                                  J. Peebles                                     M. Mayor                                     D. Queloz



En realidad, se trata de un premio doble. Por un lado se ha reconocido la labor de los astrónomos suizos Michel Mayor y Didier Queloz (su estudiante de doctorado) pioneros en la búsqueda de exoplanetas. Aunque muchas veces se les ha atribuido el descubrimiento del primer planeta extrasolar, en realidad, se trata del primer planeta orbitando una estrella de tipo solar, ya que años antes se habían descubierto tres, pero orbitando en torno a un púlsar (el "cadáver" de una estrella masiva). 



   D. Queloz (izda) y M. Mayor (dcha) posando frente al telescopio de 3,6 m de La Silla (Chile) 
  donde está instalado HARPS desde 2003,  espectrógrafo de muy alta resolución líder 
en la caza de exoplanetas, del que son los investigadores principales.



En 1995 Mayor y Queloz descubrieron desde el Observatorio de la Alta Provenza (Francia) un planeta de tipo Júpiter caliente (un planeta con la masa parecida a la de Júpiter pero mucho más cerca de su estrella que Mercurio del Sol) en torno a la estrella 51 Pegasi, una estrella blanco-amarillenta situada a unos 50 años luz y visible desde cielos oscuros (mag 5,5), cercana al cuadrado de Pegaso. Este descubrimiento, el primero de muchos (en la actualidad se ha confirmado la existencia de más de 4000 exoplanetas), fue fundamental para empezar a establecer el paradigma actual revolucionando nuestra visión del Universo: el Sistema Solar no es algo extraño como se ha pensado toda la vida sino que lo normal es que todas las estrellas tengan planetas que las orbiten. Inmediatamente surge la Pregunta: ¿Es también habitual la vida o algo exclusivo sólo de la Tierra? ...

Como curiosidad, decir que algunos miembros de Astrodemanda tuvimos la oportunidad de conocer a Mayor, de vinos por Huesca antes de cenar, en el marco del XVIII CEA donde fue uno de los invitados de lujo. En la siguiente foto se muestra un momento de su intervención:



 Michel Mayor, traducido por Mariano Moles (IAA), impartiendo una conferencia
 magistral durante el XVIII CEA celebrado en Huesca (2008).


Por otro lado, se ha premiado también a un histórico como el canadiendse James Peeble, que ha revolucionado la cosmología gracias al marco teórico desarrollado, que ya en los años 60 fue capaz de interpretar correctamente la radiación de fondo de microondas en un Universo en expansión. Más recientemente sus contribuciones al modelo cosmológico estándar (el llamado modelo Λ-CDM) al retomar la constante cosmológica, llevó al descubrimiento de la energía oscura. Hoy sabemos, que todo lo que vemos en el cielo, absolutamente todo, tan sólo constituye el 5% del Universo; el resto es materia oscura (26%) y energía oscura (69%). Explicar estos conceptos en detalle está más allá de esta entrada, pero es suficiente para reflexionar y darnos cuenta de que nunca como hasta ahora hemos alcanzado un nivel científico y tecnológico tan alto pero, sin embargo, nunca hemos sido tan conscientes de lo poco que todavía conocemos.


Gracias a las aportaciones de estos tres científicos hoy entendemos un poco más de dónde venimos y a dónde vamos. GRACIAS.

martes, 27 de agosto de 2019

Charla y observación en Quintanilla de las Viñas el 29 de agosto


El próximo jueves 29 de agosto volvemos a organizar junto con Agalsa un evento astronómico, esta vez en Quintanilla de las Viñas.

Comenzamos a partir de las 21h dando una charla astronómica en la Casa del Concejo y después, a partir de las 22:30 iremos a un lugar cercano pero un poquito apartado para poder disfrutar del cielo de la Sierra de la Demanda.

Estáis todos invitados para venir tanto a la charla cono a la observación astronómica pública.

AGALSA es una asociación sin ánimo de lucro que tiene por objeto promover el desarrollo de la Sierra de la Demanda y por ello vamos a colaborar con ellos organizando más charlas y observaciones. Estad atentos a este blog para enteraros de las fechas y lugares donde vayamos a dar a conocer el cielo tan maravilloso que tenemos en nuestra Sierra.

Si queréis enteraros de todas las actividades que realizan, las rutas, eventos y experiencias que tienen preparadas para los visitantes de la Demanda no dejéis de visitar su web en https://sierradelademanda.com o seguirles en su Twitter @sierralademanda

miércoles, 14 de agosto de 2019

Charla y observación en Pineda de la Sierra el 20 de Agosto


El 20 de agosto vamos a organizar junto a AGALSA una charla y posterior observación astronómica pública en Pineda de la Sierra. Como podéis ver en el bonito cartel de arriba la charla será a partir de las 21:00h en la sede que tiene AGALSA en Pineda, Calle Ondevilla 24.

A partir de las 22:30 iremos a un lugar cercano al pueblo donde podremos disfrutar del cielo estrellado que nos ofrece la Sierra de la Demanda, y descubrir a través de nuestros telescopios sus secretos y tesoros.

Charla y observación en la semana cultural de Quintanarraya

Vista aérea de nuestro complejo astronómico en Quintanarraya

Como todos los años por estas fechas en Quintanarraya se celebra la semana cultural. Justo el año pasado en esta semana fue cuando inauguramos nuestro centro astronómico y dimos a conocer al pueblo que nos ha acogido nuestras instalaciones.

Este año, junto con la asociación cultural "La Espiga" vamos a organizar el 17 de Agosto a partir de las 23:00h una charla astronómica sobre la Luna en la Casa de la Villa y después subiremos a los observatorios para poder observar los planetas, estrellas y constelaciones y sobre todo disfrutar de nuestro satélite favorito, que mostrará una fase casi llena.

Esperamos pasarlo igual de bien que el año pasado y devolver a todos los vecinos de Quintanarraya un poquito del cariño que nos han brindado durante este año.

¡Os esperamos a todos!