Refrigeracion de una EOS 400D
mediante “dedo frío” por modulo Peltier.
Mediante este micro tutorial (sin
detalles muy específicos, dado que a través de Internet ya está más extensamente
explicado), trato de que veáis lo relativamente sencillo que es refrigerar la
Reflex EOS 400D.
Hablo de relativamente sencillo,
porque en mi caso no pretendo bajar la temperatura de trabajo del sensor CCD
por debajo de 3-5ºC, con el fin de evitar problemas derivados de la condensación.
Lógicamente lo primero que hice
fue ver unos cuantos tutoriales ya existentes y proveerme de pletina de cobre
de 1,5 mm, un módulo Peltier de 60W ya que no tenían el de 30W que sobraría con
este, una pasta térmica adhesiva bi-componente de calidad, un disipador de aluminio para CPU
con su ventilador y paciencia.
Empezamos destripando la cámara hasta
llegar a ver la trasera del sensor CCD. Aplicamos la pasta térmica y pegamos
con cuidado la pletina de cobre con la longitud deseada y previamente limada
para que adquiera cierta rugosidad y se pegue más firmemente.
Importante: hay que tomas medidas de la ranura que hay que
mecanizar a la pletina de cobre, para el paso de un tira de conexiones entre la
placa electrónica trasera y la superior de la cámara.
Gracias a que el sensor de la
400D no está sobre chasis flotante (como en ciertos modelos nuevos como la 600D).
Facilita bastante las cosas al no afectar la pletina a posición del CCD
respecto al plano focal, aunque conviene no aplicar ningún tipo de palanca o esfuerzo
parásito sobre la pletina de cobre una vez pegada firmemente al sensor.
Para lo cual habrá que ir limando
la carcasa delantera y trasera de plástico pare permitir la salida de la
pretina y que esta pueda asomar cómodamente por debajo de la cámara. Yo
lamentablemente calcule mal la longitud de esta y la corte demasiado corta. Posteriormente
en la parte final añadí otro trozo de pletina con la pasta térmica y no quedo
del todo mal.
Aparte de limar las carcasas que
es lo más fácil, hay que fresar o cortar con sierra decente, un trozo del
chasis inoxidable que porta la rosca W1/4” (rosca trípode) para igualmente
permitir la salida de la pletina. Para mí esto es lo peor ya que deja la cámara
prácticamente imposibilitada para roscarla a ningún trípode y solo para uso directo
a tubo óptico o teleobjetivo que disponga de anilla de sujeción propia.
Una vez vayamos cerrando la cámara
(en mi caso me sobraron 5 tornillos… Uppss) Colocamos la batería y probamos a
encender la cámara para ver si funciona correctamente. (En mi caso no
funcionaba del todo correctamente… Uppss) Pero después de probar varias veces a
ajustar correctamente las carcasas, parece que empezó a rular correctamente.
Empezamos entonces a pegar el
Peltier al disipador-ventilador (este en mi caso lo tuve que cortar para
adaptarlo a la longitud de la pletina de la cámara o “dedo frío”).
Yo decidí
añadir un trozo doble de pletina (1,5+,-1,5 mm) del tamaño del módulo Peltier, adherido
a este, para que el frio pase más homogéneamente repartido al “dedo frío”.
A continuación empieza la adhesión
del conjunto Peltier-disipador-ventilador al “dedo frío” que sale de la cámara.
Esta unión hay que pensársela mucho, si pegarla definitivamente o unirla de
otro modo con clips tornillería o artículos elásticos. Puesto que una vez
pegada ya no se puede despegar. (En mi caso la pegue definitivamente).
Una vez pegado puse unos
refuerzos en forma de cartelas al chasis de la cámara, para evitar que el
propio peso del conjunto Peltier-disipador-ventilador no ejerciera palancas
inadecuadas sobre el propio ”dedo frío” y pudiese ser perjudicial para el sensor
CCD.
Finalmente y ya para terminar soldamos
la longitud de cable para el Peltier y el ventilador deseada y añadimos (versión
low cost) un termómetro al conjunto con el sensor pegado con pasta térmica al
dedo frío” lo más cerca de la entrada a la cámara, para tener una estimación de
la temperatura y cortar corriente al Peltier o bajar voltaje para no
sobrepasase de refrigeración deseada.
Saludos.
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