Está muy extendida la idea de que Marte y la estrella polar son los astros más brillantes del cielo, pero esto no es así. La estrella polar es relevante por ser la estrella que, en la actualidad, se encuentra más cercana al polo norte celeste. Sin embargo, aunque es bien visible a simple vista, no es una estrella "especialmente" brillante (magnitud 2).
El caso de Marte es algo diferente ya que se encuentra mucho más cercano a nosotros y su brillo va a a depender de manera muy importante de su posición orbital. Debido a la excentricidad de su órbita, que al igual que la de la Tierra y el resto de cuerpos del Sistema Solar no es totalmente circular, su distancia a nosotros (y por tanto también su brillo) no es siempre la misma. Así, cuando está más cerca (en oposición) puede llegar a estar en números redondos a unos 50 millones de km, que para que nos hagamos una idea sería más o menos un tercio de la distancia Tierra-Sol. Sin embargo, cuando se encuentra en conjunción, su máxima distancia a nosotros puede alcanzar los 400 millones de km (casi 3 veces nuestra distancia al Sol). De esta manera, cuando Marte es visible en el cielo puede tener la apariencia de una estrella relativamente brillante (magnitud 1.5) o destacar claramente sobre el resto de estrellas (rozando una magnitud de -3), rivalizando en brillo sólo con Júpiter y Venus. [En astronomía cuando menor es la magnitud, más luminoso es el objeto].
Marte visto por el telescopio espacial Hubble hace ya algunos años. Las tres imágenes cubren buena parte de la rotación del planeta y nos permiten apreciar sus rasgos más característicos.
En esta parte final del año nos encontramos en el mejor momento para la observación de Marte. El planeta rojo continúa acercándose y el día 8 estará en oposición. En las últimas semanas ha ido progresivamente aumentando de brillo (y tamaño) hasta casi alcanzar la magnitud -2 y en estos momentos, junto con Júpiter, al otro lado del cielo, es el objeto más brillante que podemos contemplar. Es muy sencillo verlo ya que su color anaranjado/rojizo destaca durante la primera mitad de la noche en la parte oriental del cielo. Se encuentra entre las constelaciones de invierno (Tauro-Auriga) y brilla mucho más que otras estrellas rojizas cercanas como Aldebarán o Betelgeuse (de la cual ya hablamos en anteriores entradas), que hace poco superaban en luminosidad al planeta.
Las oposiciones de Marte se producen cada poco más de dos años, pero debido a la excentricidad de su órbita, no todas son igualmente favorables. De hecho, su distancia a la Tierra durante la oposición varía entre algo más de 50 y los 100 millones de km, lo que hace que el diámetro aparente del planeta pueda variar entre, aproximadamente, los 14" y los 25" (segundos de arco). La actual oposición no es especialmente favorable y el tamaño de Marte será de tan solo 17" (para hacernos una idea de las dimensiones, es menos de la mitad que los 42" con que hemos observado Júpiter este verano). Durante la conjunción, con pequeños instrumentos cuesta diferenciarlo de una estrella, ya que apenas muestra un diámetro de 3.5".
Imagen donde se representa el movimiento retrógrado de Marte junto con la variación de su tamaño aparente durante el periodo 2022-2023 (Pete Lawrence)
Para finalizar, comentar que la noche del 7 al 8 de diciembre se producirá una ocultación de Marte por la Luna. Es un fenómeno curioso que no sucede muy a menudo y merece la pena verlo, preferiblemente con telescopios de cierto tamaño, para poder poner en relieve la diferencia del tamaño aparente de ambos cuerpos mientras se observan simultáneamente. Desde Burgos se podrá observar al final de la noche (6:15 hora local) la ocultación con la Luna apenas 25º sobre el horizonte. La reaparición (7:06) sucederá ya durante el crepúsculo, minutos antes de la salida del Sol.