lunes, 15 de noviembre de 2021

En los comienzos del ciclo solar 25

      Como viene siendo habitual, y como buen observador solar, cada cierto tiempo me gusta actualizar y compartir con nuestros lectores el momento de la actividad solar en el que nos encontramos.

     En la última entrada, hace ya un año y medio, aventurábamos el final del ciclo 24. Comparando el número de grupos del viejo y del nuevo ciclo, que durante un tiempo conviven, parecía claro que el final del ciclo 24 se había producido durante el último trimestre de 2019. Ahora, con la curva suavizada (análoga a la curva de incidencia del Covid a 7 ó 14 días que tanto hemos visto durante la pandemia), se confirma que el nuevo ciclo 25, en el que ahora nos encontramos, comenzó en diciembre de 2019. Por tanto, en el momento de escribir estas líneas, noviembre de 2021, llevamos ya  prácticamente 2 años de ciclo.


Fig. 1: Actividad solar mensual, bruta y suavizada (total y por hemisferios), de los dos últimos ciclos. La linea blanca marca el comienzo del nuevo ciclo 25.

 

     Como sucede al cambiar de ciclo, el hemisferio que lleva la voz cantante durante la parte final del ciclo, cede su puesto al otro hemisferio (en realidad el ciclo solar, magnético, no es de 11 sino de 22 años). Podemos ver cómo al acabar el ciclo 24 era el hemisferio Norte (línea azul) el que llevaba la iniciativa, mientras que, en estos momentos, al comenzar el ciclo 25 es el Sur (rojo) quien se está mostrando más activo

     En general, hasta ahora la actividad está siendo relativamente moderada aunque ya se han producido las dos primeras fulguraciones de tipo X (las más energéticas) y hemos podido ver algún gran grupo, que incluso ha llegado a ser visible a simple vista. A continuación se pueden ver dos de los grupos más grandes de los últimos años:

 

Fig. 2: Grupo de manchas (región activa) 2786 los días 26 (arriba) de  noviembre de 2020 (Javier Alonso).


Fig. 3: Grupo de manchas 2835 los días 1 y 3 de julio de 2021 (telescopio espacial SDO).
 

     No quiero alargarme mucho más. Sólamente quería acabar viendo qué podemos esperar de este ciclo 25, es decir, cómo será de activo y cuándo se producirá el máximo. La opinión más generalizada es que este ciclo será muy parecido al anterior y, por tanto, será relativamente poco activo. Se espera que el máximo ocurra a mediados de 2025, aunque visto que el ciclo ha comenzado de manera algo más activa de lo pronosticado, las predicciones se han actualizado y el máximo podría adelantarse a finales de 2024. Sólo nos queda observar y esperar a ver qué pasa al final. Desde aquí, seguiremos informando.


Fig.4: Pronóstico para el ciclo 25 (NOAA, 4/08/21).

 

miércoles, 11 de agosto de 2021

Perseidas 2021

Tras el buen sabor de boca que nos ha dejado nuestra participación en el Demanda Folk, encaramos otro de los clásicos del verano: las lágrimas de San Lorenzo (o perseidas). En esta entrada anterior que hicimos hace ya algunos años se explica con detalle lo que son las estrellas fugaces (o meteoros) en general, y las perseidas en particular.

Para este año los pronósticos para su observación son buenos. Por un lado, el brillo de la Luna no supondrá un gran problema (se encuentra en fase creciente tras ser nueva el pasado domingo). Por el otro, las condiciones climatológicas son óptimas: se esperan cielos despejados y temperaturas agradables, incluso para Burgos. 

De acuerdo con las predicciones para 2021, se espera el máximo al inicio de la noche (hasta las 24h o algo más) del jueves al viernes. Algunos autores señalan un posible máximo secundario horas antes durante el día que, obviamente, no podremos ver desde nuestras latitudes. La máxima actividad se estima en torno a los 100 meteoros por hora. Eso sí, siempre en condiciones ideales: total oscuridad, altura elevada y la posición del radiante lo más alta posible en el cielo. Ahora bien, Perseo a esas horas no se va a encontrar todo lo alto que nos gustaría y además, aunque hay poca luna, algo molestará, por lo que no deberíamos esperar unos números tan elevados en realidad.

 

CONSEJOS DE OBSERVACIÓN:

-Antes de nada, no esperemos ver, según llegamos, "miles" de estrellas fugaces en cinco minutos: esto es la vida real, no una película. Merece la pena tener paciencia y dedicar un buen rato. Seguramente veamos decenas de ellas (perseidas o no, como en otras noches cualquiera).

-Ya que vamos a estar un rato, merece la pena hacer lo más cómoda posible nuestra observación: llevar sillas, mantas para echarse en el suelo ... Una chaquetilla (que nunca se sabe) y un pantalón largo (más por evitar las picaduras de insectos o roces con las plantas) serían aconsejables. 

-Imprescindible alejarse de las ciudades y sitios iluminados. La gran mayoría de las estrellas fugaces, que son más débiles, nos las perderemos con demasiada luz.

-Una vez llegados a nuestro lugar de observación evitar encender luces (linternas, móviles ...). La vista tarda del orden de los 20 minutos en acostumbrarse a la oscuridad. Al igual que antes, cuanto más sensible sea nuestra vista, más meteoros veremos.

-Por último, aunque se pueden observar por todo el cielo, mirando más hacia el Norte, donde están las constelaciones de las Osas (fácilmente reconocibles por la mayoría) o el Este (Casiopea) tal vez sea más fácil detectarlas, aunque, insisto, en cualquier parte del cielo deberíamos poder observarlas y eso ya dependerá de las condiciones de visibilidad del lugar donde nos encontremos.


Ahora sólo queda ya salir a observar. Si sirve de aliciente, durante estos días ya hemos visto un montón, algunas muy chulas y brillantes ... ¡Buena suerte!