Ha pasado ya
año y medio desde la última
entrada que hice en este blog hablando sobre la baja actividad solar y su asimetría
durante los últimos años. En este tiempo dicha actividad ha seguido
disminuyendo de manera continuada y en lo que llevamos de año prácticamente la
mitad de los días no ha habido manchas en el Sol. Este porcentaje es el doble
que el observado el año pasado, síntoma inequívoco de que nos acercamos al
final del ciclo. En la siguiente gráfica (Fig. 1) se muestra la actividad
solar, como en entradas anteriores, pero actualizada con los últimos datos
disponibles.
Fig. 1: Actividad solar durante los ciclos 23
y 24. Promedios mensuales (en bruto) y valores suavizados, total y por
hemisferios. Datos originales tomados del archivo oficial del SILSO
(http://sidc.be/silso/home).
En momentos
de baja actividad cerca del mínimo, como sucede en la actualidad, aparecen
también los primeros grupos del nuevo ciclo, que conviven con los del ciclo que
está terminando. Esto no significa, como a veces se cree, que ya haya empezado
el nuevo ciclo, dado que la transición entre dos ciclos consecutivos no
sucede de una manera clara de un día para otro, sino que durante un cierto
tiempo ambos ciclos se solapan. De manera oficial el nuevo ciclo comienza en el
momento en que el número de Wolf suavizado llega a su mínimo, hecho que, como
digo, todavía no ha sucedido.
La pregunta
ahora es: ¿han aparecido ya grupos de manchas del nuevo ciclo? Y en tal caso,
¿cómo se distinguirían los grupos nuevos de los viejos? Para poder responder a
la primera pregunta, tendremos que poder contestar a la segunda, y ello será posible si sabemos cómo se comportan las manchas a lo largo de un ciclo
solar.
COMPORTAMIENTO DE LAS MANCHAS SOLARES DURANTE EL CICLO
A principios
del siglo XX Hale descubrió, a partir del efecto Zeeman observado, el intenso
campo magnético asociado a las manchas solares (mucho mayor que el terrestre).
La evolución temporal de este campo magnético es cíclica y es la responsable de
lo que observamos y conocemos como ciclo de actividad solar, que los modelos de
dinamo tratan de explicar y, de momento, sin mucho éxito, predecir.
En lo que
ahora conocemos como sus leyes, las leyes de Hale, de una manera observacional
se descubrió que durante el ciclo undecenal todos las regiones activas en un
hemisferio tienen la misma configuración (polaridad) magnética, que a su vez es contraria a
la del otro hemisferio. Además, esta configuración magnética se invierte al
cambiar de ciclo, por lo que realmente el ciclo magnético solar sería, no de
11, sino de 22 años.
Otro
observable muy interesante es la posición que ocupan las manchas sobre el disco
solar, que a lo largo del ciclo se desplazan hacia el ecuador. Así, al
principio del ciclo los primeros grupos emergen a altas latitudes (con valores
medios en torno a los 30-35º) mientras que según avanza el mismo las manchas se
van acercando progresivamente al ecuador, y al final del ciclo estos valores
disminuyen hasta alcanzar latitudes de tan solo 5-10º. Este fenómeno,
descubierto por Carrington a mediados del siglo XIX, se conoce como ley de
Spörer, en reconocimiento al astrónomo alemán que profundizó en su estudio.
Al representar la latitud de las manchas a lo largo del tiempo obtenemos el
famoso diagrama de mariposa (también conocido como diagrama de Maunder), por el
típico patrón que se forma en cada ciclo al juntar los grupos de manchas de los
dos hemisferios, que nos recuerda a las alas de una mariposa. Este diagrama es
ideal para visualizar de una manera muy clara la ley de Spörer (Fig. 2).
Fig.2: Actividad solar durante los últimos
250 años. Se muestra el diagrama de mariposa (gráfico superior) y su
correlación con los ciclos solares, representados en términos del área ocupada
por las manchas (gráfico inferior).
APARICIÓN DE LOS PRIMEROS GRUPOS DEL NUEVO CICLO
Una vez que conocemos las leyes de Hale y de Spörer podemos contestar a la
segunda de las preguntas que habíamos planteado: los grupos del nuevo ciclo se
distinguen de los del viejo porque aparecen a latitudes altas y con la
polaridad invertida. Aunque esta es la ley general, como veremos, puede haber
alguna excepción que nos lleve a cierta confusión a la hora de identificar los
grupos del nuevo ciclo. Respondida entonces la segunda pregunta, revisando las
observaciones y teniendo en cuenta lo que acabamos de decir , daremos la respuesta
a la primera.
En lo que
llevamos de 2018 han aparecido ya dos grupos del nuevo ciclo, el número 25
(Fig. 3). Ambos grupos han sido muy sencillos, de tipo A, con una vida muy
efímera. El primero, RA2694, apareció el 8 de enero mientras que el segundo,
sin numeración NOAA, lo hizo el 9 de abril. Ambos grupos aparecieron a
latitudes ligeramente por encima de los 30º en el hemisferio sur, que al haber
llegado primero al mínimo debería ser quien dominara al comienzo del nuevo
ciclo. El grupito de enero no presentó polaridad invertida por lo que se dudó
de que perteneciera ya al ciclo 25, cosa que no sucedió con el grupo de abril,
claro representante del nuevo ciclo. Sin embargo, en torno al 3-4% de los
grupos de un mismo ciclo presentan una polaridad invertida, lo que a veces nos
puede llevar a cierta confusión, como en el caso del grupo RA2620. Este grupo
apareció en diciembre de 2016 con una latitud por encima de los 20º S y con la
polaridad invertida. Aunque podría haber sido considerado el primer grupo del
ciclo 25, al colocarlo en el diagrama de mariposa con el resto de grupos parece
que sigue siendo un grupo del ciclo antiguo (Fig. 3).
Fig. 3: Diagrama de
mariposa centrado en el ciclo 24. El cuadrado azul representa el grupo RA2620
(ver texto) mientras que los círculos rojos destacan los primeros grupos del
nuevo ciclo 25. Los datos se corresponden con las observaciones realizadas por
los miembros de la red de observación solar Parhelio (http://www.parhelio.com/).
Para
finalizar, hay que insistir en que a día de hoy todavía seguimos en el ciclo 24
ya que la actividad suavizada aún no ha alcanzado su mínimo. En el ciclo 23, el
primer grupo del nuevo ciclo apareció en enero de 2008 mientras que el
comienzo del ciclo 24 tuvo lugar entre diciembre de 2008 y enero de 2009,
prácticamente un año después. Es de esperar, por tanto, que todavía pasen unos
meses en los que cada vez aparezcan más grupos del nuevo ciclo y menos del
viejo, hasta que finalmente comience de manera oficial el nuevo ciclo 25. Ahora
bien, adelantar cuándo sucederá eso es tema ya de otra entrada,
¿principio-mediados de 2019? Hagan sus apuestas.
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