martes, 23 de noviembre de 2021

Leonard, la esquiva estrella de Belén

       En la entrada de hoy tengo que daros dos noticias, una buena y otra mala. Empezaré por la buena. Apenas año y medio después del NEOWISE se acerca un cometa que promete ser suficientemente brillante como para poder verlo a simple vista o con pequeños prismáticos (desde cualquier lugar medianamente oscuro). La mala, que será en malas condiciones, muy bajo sobre el horizonte, poco antes del amanecer. 

 

DESCUBRIMIENTO DEL C/2021 A1 (LEONARD)

       Como se deduce de su nomenclatura, este cometa fue el primero en ser descubierto en 2021, concretamente el 3 de enero. El astrónomo G. Leonard, desde el Observatorio de Monte Lemmon (Arizona) fue quien descubrió y, por tanto, dio su nombre al nuevo cometa. Para ello utilizó un telescopio de 1,5 m, observando al por entonces candidato a cometa como un punto débil en torno a la magnitud 19 en la constelación de los Perros de Caza (Canes Venatici en latín). Posteriormente, distinas observaciones han contribuido a determinar su órbita con una buena precisión. En la Fig. 1 se muestra una imagen tomada hace casi dos meses por Pepe Chambó, uno de los grandes observadores cometarios a nivel mundial,  donde ya se empezaban a apreciar tanto la coma como la cola.


Fig. 1: Imagen tomada por Pepe Chambó el pasado 5 de octubre donde ya se distinguen, todavía incipientes, la coma y la cola.


¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DEL LEONARD?

       Como se ve en la Fig. 2, hasta el momento el cometa está siguiendo los pronósticos (línea roja) y se encuentra ya en torno a la octava magnitud. De seguir así se espera que pueda alcanzar una magnitud máxima ligeramente por encima de la cuarta, en el límite de la detección a simple vista. Tenemos que tener en cuenta que los cometas son objetos extensos y su magnitud no es comparable a la de una estrella puntual, sino algo más débil. Los modelos más optimistas (línea verde de la figura), teniendo cuenta un posible efecto de aumento de brillo por dispersión frontal, situarían el máximo todavía tres magnitudes más brillante, es decir en torno a la primera, algo que sería muy espectacular. Sin embargo, no debemos lanzar las campanas al vuelo. Es muy difícil pronosticar la actividad cometaria, y más en aquellos cuerpos "nuevos" que no han pasado aún por el perihelio. Un ejemplo muy claro de "falsas" expectativas fue el cometa ISON, hace ya algunos años.


Fig.2: Prevision del brillo del cometa en función del tiempo (línea roja). Los puntos (negros y azules) son distintas observaciones, que hasta ahora se ajustan al pronóstico. La línea verde, modelo más optimista, predice un posible incremento de brillo durante el máximo de casi tres magnitudes.


       Como decía, en estos momentos el Leonard se encuentra relativamente brillante en torno a la octava magnitud y a una distancia de la Tierra prácticamente como la que nos separa del Sol (1 UA=150 millones de km). Su máximo brillo se prevé que lo alcance el dia 12, cuando más cerca estará de nosotros. En ese momento se encontrará a unas 0,23 UA. Para que nos hagamos una idea esta es algo más de la mitad de la distancia que hay entre el Sol y Mercurio o algo menos de la distancia que nos separa de Venus, el planeta más cercano a nosotros. Si lo comparamos con la distancia a la Luna, el cometa se encontrará unas 90 veces más lejos. Después de su máximo acercamiento a la Tierra seguirá su camino hacia el Sol, debilitándose hasta alcanzar su perihelio el dia 3 de enero a 0,62 UA, momento en que ya será un objeto sólamente visible desde el hemisferio Sur.


VISIBILIDAD DESDE BURGOS

       En la carta que se muestra a continación (Fig. 3) se puede ver el recorrido que seguirá el cometa desde ahora hasta el día 12, momento de su máximo acercamiento. Durante los últimos dias de noviembre se moverá despacio sobre el fondo del cielo a una cierta altura y su magnitud no aumentará mucho. A partir de diciembre sucederá lo contrario: el movimiento día a día será notable, siempre acercándose más al horizonte, y su magnitud (y esperemos que también su actividad cometaria, principalmente en forma de cola/colas), se incrementará a un ritmo mayor.

       Durante el máximo lo podremos encontrar muy cerquita de M12, el cúmulo sin nombre que aparece marcado en la carta por debajo de Ofiuco (por cierto, decimotercera constelación zodiacal). Respecto al Sol, desgraciadamente, también estará muy próximo: saldrá dos horas antes y se pondrá apenas una hora después. Esto quiere decir que lo encontraremos muy bajo en el horizonte Este, lo que dificultará su visibilidad. Al menos, esos días no habrá Luna que dificulte aún más su observación.


Fig. 3: Recorrido del Leonard desde los Perros de Caza (finales de noviembre) hasta Ofiuco (mitad de diciembre), momento de máxima aproximación a nuestro planeta.

 

       A partir del dia 12 el cometa se verá al atardecer pero cada vez más débil y más bajo sobre el horizonte hasta dejar de verse en nuestro hemisferio a finales de mes. Habrá que estar pendiente estos días de su evolución para ver si en diciembre podremos disfrutar de otro gran cometa. Yo, de momento no he podido verlo, a ver si el tiempo lo permite ...



 

 

 

 

lunes, 15 de noviembre de 2021

En los comienzos del ciclo solar 25

      Como viene siendo habitual, y como buen observador solar, cada cierto tiempo me gusta actualizar y compartir con nuestros lectores el momento de la actividad solar en el que nos encontramos.

     En la última entrada, hace ya un año y medio, aventurábamos el final del ciclo 24. Comparando el número de grupos del viejo y del nuevo ciclo, que durante un tiempo conviven, parecía claro que el final del ciclo 24 se había producido durante el último trimestre de 2019. Ahora, con la curva suavizada (análoga a la curva de incidencia del Covid a 7 ó 14 días que tanto hemos visto durante la pandemia), se confirma que el nuevo ciclo 25, en el que ahora nos encontramos, comenzó en diciembre de 2019. Por tanto, en el momento de escribir estas líneas, noviembre de 2021, llevamos ya  prácticamente 2 años de ciclo.


Fig. 1: Actividad solar mensual, bruta y suavizada (total y por hemisferios), de los dos últimos ciclos. La linea blanca marca el comienzo del nuevo ciclo 25.

 

     Como sucede al cambiar de ciclo, el hemisferio que lleva la voz cantante durante la parte final del ciclo, cede su puesto al otro hemisferio (en realidad el ciclo solar, magnético, no es de 11 sino de 22 años). Podemos ver cómo al acabar el ciclo 24 era el hemisferio Norte (línea azul) el que llevaba la iniciativa, mientras que, en estos momentos, al comenzar el ciclo 25 es el Sur (rojo) quien se está mostrando más activo

     En general, hasta ahora la actividad está siendo relativamente moderada aunque ya se han producido las dos primeras fulguraciones de tipo X (las más energéticas) y hemos podido ver algún gran grupo, que incluso ha llegado a ser visible a simple vista. A continuación se pueden ver dos de los grupos más grandes de los últimos años:

 

Fig. 2: Grupo de manchas (región activa) 2786 los días 26 (arriba) de  noviembre de 2020 (Javier Alonso).


Fig. 3: Grupo de manchas 2835 los días 1 y 3 de julio de 2021 (telescopio espacial SDO).
 

     No quiero alargarme mucho más. Sólamente quería acabar viendo qué podemos esperar de este ciclo 25, es decir, cómo será de activo y cuándo se producirá el máximo. La opinión más generalizada es que este ciclo será muy parecido al anterior y, por tanto, será relativamente poco activo. Se espera que el máximo ocurra a mediados de 2025, aunque visto que el ciclo ha comenzado de manera algo más activa de lo pronosticado, las predicciones se han actualizado y el máximo podría adelantarse a finales de 2024. Sólo nos queda observar y esperar a ver qué pasa al final. Desde aquí, seguiremos informando.


Fig.4: Pronóstico para el ciclo 25 (NOAA, 4/08/21).

 

miércoles, 11 de agosto de 2021

Perseidas 2021

Tras el buen sabor de boca que nos ha dejado nuestra participación en el Demanda Folk, encaramos otro de los clásicos del verano: las lágrimas de San Lorenzo (o perseidas). En esta entrada anterior que hicimos hace ya algunos años se explica con detalle lo que son las estrellas fugaces (o meteoros) en general, y las perseidas en particular.

Para este año los pronósticos para su observación son buenos. Por un lado, el brillo de la Luna no supondrá un gran problema (se encuentra en fase creciente tras ser nueva el pasado domingo). Por el otro, las condiciones climatológicas son óptimas: se esperan cielos despejados y temperaturas agradables, incluso para Burgos. 

De acuerdo con las predicciones para 2021, se espera el máximo al inicio de la noche (hasta las 24h o algo más) del jueves al viernes. Algunos autores señalan un posible máximo secundario horas antes durante el día que, obviamente, no podremos ver desde nuestras latitudes. La máxima actividad se estima en torno a los 100 meteoros por hora. Eso sí, siempre en condiciones ideales: total oscuridad, altura elevada y la posición del radiante lo más alta posible en el cielo. Ahora bien, Perseo a esas horas no se va a encontrar todo lo alto que nos gustaría y además, aunque hay poca luna, algo molestará, por lo que no deberíamos esperar unos números tan elevados en realidad.

 

CONSEJOS DE OBSERVACIÓN:

-Antes de nada, no esperemos ver, según llegamos, "miles" de estrellas fugaces en cinco minutos: esto es la vida real, no una película. Merece la pena tener paciencia y dedicar un buen rato. Seguramente veamos decenas de ellas (perseidas o no, como en otras noches cualquiera).

-Ya que vamos a estar un rato, merece la pena hacer lo más cómoda posible nuestra observación: llevar sillas, mantas para echarse en el suelo ... Una chaquetilla (que nunca se sabe) y un pantalón largo (más por evitar las picaduras de insectos o roces con las plantas) serían aconsejables. 

-Imprescindible alejarse de las ciudades y sitios iluminados. La gran mayoría de las estrellas fugaces, que son más débiles, nos las perderemos con demasiada luz.

-Una vez llegados a nuestro lugar de observación evitar encender luces (linternas, móviles ...). La vista tarda del orden de los 20 minutos en acostumbrarse a la oscuridad. Al igual que antes, cuanto más sensible sea nuestra vista, más meteoros veremos.

-Por último, aunque se pueden observar por todo el cielo, mirando más hacia el Norte, donde están las constelaciones de las Osas (fácilmente reconocibles por la mayoría) o el Este (Casiopea) tal vez sea más fácil detectarlas, aunque, insisto, en cualquier parte del cielo deberíamos poder observarlas y eso ya dependerá de las condiciones de visibilidad del lugar donde nos encontremos.


Ahora sólo queda ya salir a observar. Si sirve de aliciente, durante estos días ya hemos visto un montón, algunas muy chulas y brillantes ... ¡Buena suerte!



 


viernes, 23 de julio de 2021

Demanda Folk 2021


Tras el obligado parón del año pasado a causa de la situación originada por la pandemia, retomamos en unos días nuestra participación en el DEMANDAFOLK2021, este año con un formato diferente al habitual, adaptado a la situación actual.

 

 

En esta edición llevaremos a cabo dos observaciones públicas:

 

-Viernes 30 de julio en el campo de fútbol de Quintanilla de Urrilla

 

-Miércoles 4 de agosto en la explanada de Vallejimeno

 

Las personas que quieran disfrutar con nosotros del cielo veraniego, en cumplimiento de las recomendaciones sanitarias y para poder controlar el aforo, deberán reservar previamente su asistencia en este enlace.


Ambas actividades comenzarán a las 23 h, siendo obligatorio el uso de la mascarilla, con un aforo máximo de 50 personas y un precio de 2€.


Nos vemos en la Demanda en una semana, cielos oscuros ... ¡y que la Sierra baile!


 

viernes, 14 de mayo de 2021

Un par de fotos curiosas

      Quería compartir con los lectores un par de fotos astronómicas, algo curiosas en el sentido de que no son lo que la mayoría de la gente se espera.

     La primera la hice ayer desde mi terraza. Se trata de la conjunción de la Luna y Mercurio (acercamiento máximo observado en el cielo desde la Tierra). Son fenómenos relativamente habituales que no dejan de llamar nuestra atención. Ambos cuerpos se encontraron ayer muy cerca, unos 2,5º (la mitad del campo de visión de unos prismáticos normales 10x50 para situarnos). Mercurio al ser el planeta más cercano al Sol resulta muy esquivo y nunca lo encontraremos muy alto en el cielo y, por tanto, mucho después de atardecer (o mucho antes del amanecer). En este caso, el que la luna apenas tuviera dos días lo hacía más interesante por el contraste entre las partes iluminada y no iluminada (la llamada luz cenicienta).

                                            Conjunción Luna-Mercurio del 13 de mayo de 2021

 
     La segunda de las fotos es un halo solar que me encontré el otro día (4 mayo) cuando salí a la terraza a hacer mis habituales observaciones solares. Es un fenómeno meteorológico poco habitual (de hecho, un círculo perfecto como este es la primera vez que lo veo) que tiene que ver con la refracción de la luz solar (o lunar, que también los hay nocturnos) producida por pequeños cristales de hielo situados en la alta atmósfera. El halo, al menos desde que yo lo observé, duró muy poco y apenas se mantuvo visible unos 5 minutos, justo para coger el móvil y hacer un par de fotos.
 
                                                         Halo solar observado el pasado día 4
 
 
     Esperemos que ahora que se ha retirado el toque de queda y a medida que el ritmo de vacunación aumente podamos recuperar una cierta normalidad y retomar nuestras actividades y observaciones con la llegada del buen tiempo. ¡Nos vemos en verano!
 

viernes, 23 de abril de 2021

Yo conocí a Comellas

 y en un día tan triste como hoy es con lo que me quiero quedar: el haber tenido la suerte de conocer en persona a una figura excepcional que ha sido y seguirá siendo historia de nuestra astronomía,

                                   Maestro Comellas, DEP

      Esta tarde, a la edad de 93 años fallecía en su Sevilla de adopción Don José Luis Comellas y nos dejaba un poco huérfanos a todos aquellos, que como yo, hemos crecido descubriendo y disfrutando las maravillas del Universo gracias a él. Quién no conoce su "Guía del Firmamento", la biblia de la astronomía en español. ¡Cuántas veces y con qué ilusión! observaba a través de mi telescopio los detalles de la Nebulosa de Orión o de las Pléyades o saltaba de estrella en estrella para buscar esa doble tan bonita ... parecía que el propio Comellas estuviera a mi lado guiándome. ¡Ay! ¡Qué tiempos en los que internet y lo digital no existían!  La astronomía visual y la fotografía química eran las herramientas que teníamos a nuestra disposición. No había prisas y un buen libro era esencial. 

     Recuerdo una tarde en la que estando en mi casa descubrí su "Historia de España Moderna y Contemporánea": resulta que no sólo era astrónomo sino también historiador. De hecho era al revés, un historiador al que le gustaba la astronomía. Y la música. Y tantas otras cosas. Sobre casi todas ellas escribió, resultando ser un autor muy prolífico, con más de medio centenar de publicaciones. Su Curriculum es espectacular y ha sido premiado en varias ocasiones. No quiero alargarme así que sólo diré que fue Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Santiago, Doctor en Historia por la Complutense, Catedrático de Historia de España Moderna y Contemporánea en la Universidad de Sevilla, así como miembro de la Real Academia de la Historia.
 
     Quería compartir como una vez nos animamos a escribirle porque nos hacía ilusión conocerle y tener de recuerdo alguno de sus libros fimardos. Pensábamos que podría molestarle pero fue todo lo contrario, conocimos a una persona muy cercana y entrañable. Era julio de 2011 y en verano, según nos contó, solía trasladarse a casa de sus hijos en Pamplona para escapar un poco del calor de Sevilla. Nos invitó a acercarnos y allí, en su casa, nos recibió junto a su mujer. Una pareja encantadora, con una gran complicidad. Estuvimos un par de horas en un ambiente muy muy agradable y acabamos más tiempo hablando de historia que de astronomía. Al final, incluso nos regaló su último libro "La guerra civil europea" que guardo en casa con gran cariño.
 
 
 
     En 2014, nos volvimos a encontrar, esta vez en Granada, durante la celebración del Congreso Estatal de Astronomía en el que la astronomía amateur española aprovechó para rendirle un muy merecido (y tal vez algo tardío) homenaje. Fue curioso, como en medio de tanta gente, nos renocieron (no iba a ningún lado sin su mujer). Yo pensé que lo decían por decir, ya que en aquel momento eran personas de una cierta edad y además estarían hartas de recibir visitas como la nuestra. Sin embargo, tras saludarnos, enseguida añadieron "Hombre, aquí están los químicos de Burgos" y ahí ya se despejaron mis dudas.
 
    Termino aquí que no quiero alargarme mucho, pero el Maestro merecía unas palabras y nuestro recuerdo. Quién sabe donde estará ahora pero quiero imaginármelo en algún lugar del cielo contemplando de cerca, como tantas veces antes,  las estrellas, eso sí, las dobles ;)
 
 
 
 
          Comellas en la wikipedia 
 
 
 
Lo digo con orgullo: yo, conocí a Comellas

sábado, 20 de junio de 2020

Un Sol bajo mínimos

       Pues sí, el Sol está inmerso de lleno en su época de más baja actividad: prácticamente nula (refiriéndonos siempre a la presencia de manchas sobre su superficie, reflejo del campo magnético). Algunos medios de prensa y páginas web, dejándose llevar por la superficialidad de estos días y buscando titulares espectaculares (y muchas veces vacíos) que  aumenten su número de visitas, auguran un "catastrófico" nuevo mínimo de Maunder. Esto no es nuevo y también durante el mínimo anterior sucedió lo mismo. Me acuerdo que ya en 2008 presenté en el XVIII CEA de Huesca, una ponencia precisamente sobre esto, titulada "¿Qué le pasa al Sol? Nada". Y como ahora, en absoluto estamos viviendo una situación anómala. Como ya he explicado en otras ocasiones, el Sol sigue unos ciclos de actividad de una duración media en torno a los 11 años, conocido por ello como ciclo undecenal. En los periodos de máximo se pueden ver al mismo tiempo muchas manchas (y muy complejas), algunas visibles a simple vista (siempre con la protección adecuada) como la de la Fig. 1:



Fig. 1: Imagen del Sol durante el máximo del actual ciclo. En el centro se puede observar la mancha 2192, la mayor de los últimos 30 años, unas ¡15 veces más grande que la Tierra! (Fotografía tomada el 23-10-14 con un R90 con filtro milar mediante proyección)


       Sin embargo, en los momentos de mínimo, como el actual, es normal que en muchos de los días no se vean manchas y, en los casos que las haya, éstas suelen tener una estructura muy simple y una vida muy efímera. En estos momentos, para valorar el nivel de actividad, es más habitual contar el número de dias sin manchas. En este tipo de gráficas, el comportamiento del ciclo es el contrario del que estamos acostumbrados a ver en las gráficas habituales (como la de la Fig. 3). El máximo (o pico) de la gráfica corresponde con el mayor número de días sin manchas, es decir, con el mínimo del ciclo.  En la Fig. 2 se ha representado este valor durante los últimos cien años y lo primero que nos llama la atención es que 2019 fue el año con menos manchas (aproximadamente en el 75% de los días del año no hubo ninguna). Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el ciclo 23, durante dos años consecutivos (2008 y 2009), se alcanzaron valores ligeramente menores a los de 2019. Esto supuso que durante el ciclo anterior en más de 800 días no hubiera manchas, casi 100 días más que en el actual, aunque a estos valores todavía nos quedan muchos días que sumar y no sabemos hasta dónde llegaremos. Lo que está claro es, que desde este punto de vista, ambos ciclos están siendo muy parecidos, con una actvidad más bien moderada.


Fig. 2: Número de días sin manchas durante los últimos cien años, abarcando desde el ciclo 15 hasta el actual.


ACTUALIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD SOLAR: FINAL DEL CICLO 24


       En este momento, dos años después de la última actualización que hice con motivo de la aparición de los primeros grupos del nuevo ciclo, la actividad continúa en niveles muy muy bajos, aún más si cabe, parecidos a los del anterior ciclo, en torno a las dos unidades. Hablamos siempre de la actividad suavizada (línea gris en la Fig. 3), no de la bruta (media mensual), con mucho más ruido. Este suavizado no es más que una media que tiene en cuenta, además del mes en curso, los seis meses anteriores y los seis posteriores. Por ello, aunque tenemos datos brutos hasta mayo, los datos suavizados sólo alcanzan hasta noviembre. Además, en este momento, los datos de 2020 todavía no son definitivos (aunque los valores oficiales serán prácticamente idénticos). Como decía, con los datos actuales en la mano parece que el hemisferio sur ya ha alcanzado su mínimo a mediados de 2019 (con un valor de 0,3 unidades desde mayo a julio). Con una actividad en torno a la unidad el hemisferio norte sigue en descenso, al igual que el valor total, aunque el comienzo del ciclo 25 es ya inminente.

       Como ya se ha comentado en otras ocasiones, conviene recordar que el comienzo (o final) de un ciclo viene siempre referido al mínimo de la curva de la actividad suavizada que, como decía antes, no se corresponde con el momento actual, ya que hay un desfase de medio año por la estadística empleada. En estos momentos (noviembre 2019) se cumplen los 11 años del ciclo 24, que lo sitúa en la media en cuanto a duración se refiere. Durante el mínimo entre dos ciclos, el viejo va desapareciendo paulatinamente a la vez que se va desarrollando el nuevo. La consecuencia de este solapamiento es la convivencia de grupos de ambos ciclos durante un tiempo. Por ejemplo, en el anterior mínimo, el primer grupo del ciclo nuevo apareció un año antes del comienzo oficial del mismo. ¿Qué está sucediendo ahora?



Fig. 3: Actividad solar mensual de los dos últimos ciclos, en bruto y alisada (total y por hemisferios).



CAMBIO DE TENDENCIA: ¿PRINCIPIO DEL CICLO 25?



        El primer grupo del nuevo ciclo, RA2694, apareció en enero de 2018 y, desde entonces, han pasado ya dos años y medio y seguimos sin comenzarlo de manera oficial. Entonces, ¿todo sigue igual? Pues la verdad es que no. A pesar de que no podamos decir que el ciclo 25 haya comenzado, lo cierto es que desde finales del año pasado el peso de la actividad está recayendo sobre los grupos nuevos.

       Si nos fijamos en los grupos (con numeración NOAA) que han aparecido en los últimos tres años, encontramos en total 101 (del 2665 al actual 2765). La gran mayoría de ellos ha generado manchas muy efímeras de tipo A, e incluso en algún caso (como por ejemplo el 2764, que ha estado transitando estos días al mismo tiempo que el 2765) el campo magnético no ha sido suficientemente intenso como para generar una mancha. Al representar el número de grupos observados, agrupados por trimestres para que la muestra sea más significativa dada la poca actividad existente, se pueden observar dos tendencias claras. La primera es que los grupos del nuevo ciclo, desde el último trimestre de 2019 superan ya a los del viejo (Fig. 4 parte superior). Hasta ese momento se veía cómo el número de grupos (casi en su totalidad del ciclo 24)  iban disminuyendo progresivamente. A partir de finales del año pasado parece que el número de grupos se ha estabilizado principalmente gracias a la aparición de los grupos del ciclo 25. La segunda, y más importante, es que esta tendencia cada trimestre parece ir a más y en la actualidad los grupos del ciclo nuevo suponen ya el 85% del total (Fig. 4 parte inferior), señal inequívoca del momento en que nos encontramos.
Fig. 4: Arriba: Número de gupos desde el tercer trimetre (T3) de 2017 hasta la actuliadad. Abajo: porcentaje (en tanto por uno) de grupos del nuevo ciclo respecto al total. La flecha indica el momento en que el primer grupo del ciclo 25 apareció.


       Estos números podrían indicar que el mínimo del ciclo se habría producido ya entre el tercer y el cuarto trimestre del pasado año. Un reciente estudio, sobre la abundancia de helio en el viento solar parecería confirmar lo mismo. Sin embargo, todavía es pronto para saber a ciencia cierta si el ciclo 25 ha comenzado o no, lo único que está claro es que nos encontramos o justo al final del 24 o justo al principio del 25. En unos meses saldremos de dudas.